La ocupación de la región se mantiene a lo largo del período medieval, destacándose el cerro del Castillo de Matos. Marca fuerte en el paisaje y la identidad de Baião pues fue el lugar elegido por el señor de este territorio para la construcción del castillo que a mediados del siglo. XI comandaba los destinos de la Tierra de Bayam. Se trataba de una fortificación en madera, destruida por el fuego, en las cenizas de la que se encontró la espora de un caballero, ejemplar único del período de la reconquista cristiana conocido hasta entonces en todo el territorio nacional.