La estructura arquitectónica de la iglesia, con nave de planta rectangular, coro-alto y capilla mayor, ligeramente más estrecha, y de techos abovedados, indica estar presentes en una iglesia de renacimiento.
La decoración de los retablos, púlpito y el forro del techo de la nave se encuadran ya en el barroco nacional.
Se destaca entonces el retablo mor en talla dorada, con los florones y las sirenas en el arco cimeiro. El trono decorado con diversas estructuras de pelícano se inserta en una tribuna cubierta por media cúpula muy decorada.
El púlpito de configuración cuadrangular tiene también en talla dorada el respeto guarda y guarda voz.
Destaca aún para el forro del techo decorado con cajones policromados con molduras en talla dorada. Las pinturas son figurativas y están ordenadas jerárquicamente. Junto al arco crucero, están dispuestos los apóstoles, a los que se siguen los misterios de Cristo y los santos. Se nota además que todas las figuras que se sitúan sobre el coro-alto exhiben instrumentos y pautas musicales.